miércoles, 25 de septiembre de 2013

LOS TRES CEREBROS


Los últimos avances de la ciencia,  han descubierto, y cada vez están más convencidos de que tenemos tres cerebros.

El corazón, el intestino delgado y  el cerebro. Lo que tenemos que conseguir es que trabajen juntos y en armonía. Nuestro corazón con cada latido no solo bombea sangre, sino que una corriente de energía, más veloz que la circulación, manda información a todos los órganos.

Y en nuestro intestino se concentran más terminaciones nerviosas que en la médula espinal. El 80% de las células del sistema inmunológico se hayan en el intestino en las placas de Placer.

En nuestro cerebro nuestra glándula pineal y pituitaria, son las responsables del aumento de energía vibratoria.

Estos tres cerebros, de momento están desentronizados y cada uno de ellos va a su ritmo. Es imposible que los 3 vibren a la misma frecuencia porque su composición es distinta.

Pero esto es como un coro, hay un contrabajo, un soprano, un tenor, y aunque cada una de sus voces es distinta todos cantan en la misma nota.
El Ser humano tiene la capacidad de generar la cantidad de energía equivalente a 5 bombas de hidrógeno. Y la estamos desaprovechando.






Un saludo y espero que os haya gustado


tesa_castillo@hotmail.com

domingo, 27 de enero de 2013

EL CAMBIO

           Hemos entrado en una nueva etapa. En un nuevo ciclo Cósmico, y al igual que cuando entra la primavera "la sangre altera". En este ciclo se nos va a alterar "El Alma". Es el momento idóneo para dejar atrás las viejas creencias que nos limitaban para dar paso, a otras nuevas que nos liberen y nos hagan ser más felices. En principio la teoría está genial, aunque la práctica es otra historia.
            Para empezar, los recuerdos no están en el cerebro sino en todas las células del cuerpo. Y según parece, tenemos más de 10 billones de células, todas ellas aferradas a sus antiguas creencias, heridas, experiencias... 
           A ello le tenemos que sumar nuestro sistema límbico o cerebro reptil, que se encarga de activar nuestro sistema de alarma, cuando se produce algún cambio, produciendo miedo, e inseguridad. Y volvemos a un refrán muy conocido "Más vale malo conocido, que bueno por conocer".
          Por todo esto el cambio no se puede efectuar de la noche a la mañana, debe ser un proceso lento pero seguro. Tomando consciencia de los avances que vamos haciendo y no sentirnos culpables por lo que no conseguimos y repetimos una y otra vez.
        El hecho de permitirnos no avanzar en un momento dado, ya es una señal de que estamos cambiando. Pues una de las antiguas creencias, era sentirnos culpables por todo e inmediatamente castigarnos por ello.
         Aprender a dejar de castigarnos estaría genial como primer paso hacia el cambio. El siguiente paso a seguir podría ser aprender a escucharnos a nosotros mismos. Saber qué queremos de verdad en nuestra vida, y no qué es lo que debemos hacer para que el resto nos quiera.Tomar consciencia de lo importantes que van a ser nuestros pensamientos, de como nos van a influir en nuestro cuerpo, emociones y en todas las facetas de nuestra vida, (trabajo, familia, relaciones etc...)
          Es muy bonito decir "Hay que cambiar, estamos en el mejor momento para el cambio". No obstante, hay que tener el valor para vivirlo, porque todo cambio, por muy bueno que sea, implica tener que desmontar lo que hasta ahora hay hecho, y volver a colocarlo de manera diferente.
          Mi consejo: paciencia, amor, y tolerancia para con uno mismo. Esto no es una carrera por ver quién llega primero. Consiste en aplicar, día a día, el concepto de que nuestros pensamientos y nuestras creencias, van a estar influenciándonos en todas las facetas de nuestra vida, para bien o para mal (dependiendo del contenido de nuestros pensamientos diarios).

 Un saludo 

Teresa Castillo


Espero que os guste