Es curioso cómo es la vida. Pensamos que sabemos más que nuestros padres, que tenemos una mentalidad más abierta, que sus costumbres están desfasadas o que las nuestras son mejores, pero la auténtica realidad es que ante las situaciones difíciles de la vida, ante los problemas, reaccionamos exactamente con la misma pauta de pensamiento que siguen ellos.
Si nos escuchásemos hablar a nosotros mismos sería algo así: «hay que tener mentalidad positiva, hay que pensar que todo va a salir bien. Nosotros podemos conseguir lo que nos propongamos». Y seguiríamos con un largo etc.
Sabemos que aquello en lo que enfoquemos nuestro pensamiento más tiempo, es lo que vamos a atraer a nuestra vida.
Pero cuando nos surge un problema, nuestro razonamiento deja de funcionar. Ponemos el piloto automático y no paramos de darle vueltas al problema. Entramos en nuestro papel de víctimas, ¿por qué a mí?, ¿pero cómo me pasa esto ahora? Y ya no recordamos que debemos cambiar nuestro enfoque en la solución y no en el problema.
Pues como dijo Einstein: «la mente que creó el problema no puede encontrar la solución del mismo».
Y se refería a esto, a que tenemos que cambiar la forma de pensar si queremos salir de la situación en la que nos encontramos. Como él decía: «es de locos repetir una y otra vez los mismos actos y querer obtener distintos resultados».
Para poder salir de esta pauta de pensamiento es importante saber en qué creemos y cuál es nuestro código moral. Para descubrirlo, os propongo un ejercicio. Escribid en un papel: ¿qué significa ser…? Y termináis la pregunta con vuestro nombre y apellidos. A continuación ponéis: ser (nombre) significa ser leal, responsable, alegre, creer en…
Al principio resulta un poco difícil porque no estamos acostumbrados a pensar en nuestras creencias o en nuestro código moral. Pero es muy importante saberlo, ya que así sabremos cuándo nos estamos haciendo auto sabotaje y el por qué. Cuándo nos estamos saltando nuestro código moral sin saberlo o quebrantando nuestras creencias sin ser conscientes de ello.
Si tenéis dudas, no tenéis nada más que mandarme un e mail y estaré encantada de ayudaros.
Os deseo que paséis un día estupendo. Gracias por estar ahí.
Teresa Castillo